En 1961, el magnate americano Samuel Kress decidía donar «Retrato de mujer joven» al Museo de Arte de su ciudad natal, Allentown en Pensilvania . Se trata de una obra del siglo XVII en la que aparece una mujer de mejillas sonrojadas vestida con finos ropajes y delicadas joyas. Bajo las capas de pintura y barniz oscurecidas típicas de los lienzos de los maestros de la época, encontraron las huellas de las pinceladas vívidas del genio holandés. Entonces se aplicaron sobre la obra diversas técnicas avanzadas de conservación e imagen que les permitieron distinguir entre ela pintura original y lo que fue añadido después.
«Ahora podemos verlo con nuevos ojos», ha afirmado a Artnet News Elaine Mehalakes, vicepresidenta de asuntos curatoriales del museo. De acuerdo con Smithsonian Magazine, históricamente se cree que «Retrato de mujer joven» es una pintura de la hermana de Rembrandt y se corresponde con lo que se conoce como un tronie, un género de pintura propio del barroco flamenco holandés que representan más expresiones o caracteres que individuos concretos. Existen varios retratos de calidades diversas de la misma modelo, lo que a juicio del museo significa que el maestro pudo pintar a la modelo al menos una vez como ejemplo para sus alumnos.
Resumen del texto original de: ABC Cultura