El pleno municipal del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este martes a propuesta del PSOE abrir un concurso de ideas a partir de 2021 para cubrir el Templo de Debod. El templo egipcio debía haber estado cubierto desde el día en que se inauguró, el 18 de julio de 1972. Hace una semana Luis Lafuente, director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, informó a EL PAÍS de que durante los cuatro años de este mandato se dedicarían a analizar y conocer cómo se encuentra el templo. El texto firmado por los tres partidos municipales demanda la implicación del Ministerio de Cultura, con la participación del Instituto de Patrimonio Cultural de España , «una vez sean adoptadas las medidas urgentes y realizado el diagnóstico completo del estado de conservación del templo».
El Ayuntamiento deberá redactar un Plan Director para el templo y entonces iniciará los trámites necesarios para la convocatoria del concurso de ideas que permitirá cubrir el templo de Debod, «con la solución más apropiada según los informes emitidos al respecto». «No se parará un proceso iniciado por el equipo de gobierno anterior y haremos un frente común para favorecer el templo», sostiene.
El edificio, que se construyó hace más de 2. Por eso la Unesco determinó en 1959, como condición para asumir el regalo de Egipto, que la donación sucedería si se garantizaba la conservación y seguridad. De los otros templos regalados, Dendur, Taffa, Ellesiya y el portal del templo de Kalabsha, solo el situado en Madrid no está a cubierto. Entre las amenazas que señalan los especialistas se encuentran los cambios climáticos drásticos, los inviernos fríos y húmedos y en ocasiones con heladas, la exposición a la polución constante y los vientos que afectan a las paredes, las inscripciones, los relieves y su estructura.
La expresividad de los de los muros del templo está amenazada por una humedad sin regular en el interior del templo. «Sin duda alguna, la mejor manera de evitar estos peligros para la piedra, la estructura y el monumento sería cubriéndolo o transfiriéndolo al interior de un edificio mayor», sostiene el egiptólogo Antonio J. Es una «decisión positiva y necesaria», afirma para señalar el riesgo real de que el templo sufra «cambios irreversibles». Además, indica que todos los problemas a los que se enfrenta el monumento por su falta de protección «podrían resolverse si el templo contase con unas condiciones equilibradas, una climatización adecuada y un uso inteligente de un espacio que puede ser un excelente medio de educación, respeto y disfrute de la ciudad de Madrid». «Los regalos son para cuidarlos y, en el caso de un monumento procedente del Antiguo Egipto, más cuidadosos deberíamos ser», añade.
Morales reclama una evaluación de la situación y de las soluciones para proteger con urgencia el edificio.
Resumen del texto original de: Peio H Riaño para El Pais
